La hija de la hilandera

En una institución psiquiátrica reside una hilandera, Marisol Suárez. Sus manos son frágiles, su vista está empezando a fallar y su esperanza desvaneciéndose, pero su mente es extraordinariamente lúcida. Carga con las cicatrices de un oscuro secreto que elige llevar a la tumba porque la persona que más necesitaba que la creyera nunca lo hizo.
Los años han pasado, pero Isabel Ongpin no parece poder librarse de los días más sombríos de su vida. El pasado parece acecharla con cada herida, con cada palabra cruel de la persona nunca quiso ver como el monstruo que era. Cada día que pasa elige seguir guardando su secreto y no puede evitar sentirse culpable.
En una mansión en lo alto de la colina vive Lotus Ongpin, de dieciocho años de edad. A lo largo de su vida, Hacienda Hermosa es el único lugar que ha conocido a raíz de la sobreprotección de sus padres. Todo lo que desea es ser amada, pero sus sentimientos y su opinión no importan tanto como que esté bien alimentada, bien vestida y a cobijo. Cuando Loto se aventura al mundo exterior, descubre todo lo que su familia le ha ocultado: un mundo lleno de enseñanzas, pasión y sufrimiento. Aún así, no tiene ni idea de todas las verdades que quedan por ser reveladas.
Como un vestido, las vidas de estas mujeres están hiladas juntas con una trágica belleza y en el amor.