discusión medieval sobre la eternidad del mundo

El pensamiento medieval puede ser considerado como un movimiento de ideas definitivamente superado o, por el contrario, como un espejo en el que puede mirarse el hombre contemporáneo con el fin de hallar modos posibles de abordar problemas filosóficos centrales y de todos los tiempos. El estudio se propone revitalizar una problemática medieval que conserva toda su actualidad: la discusión en torno a la eternidad del mundo, presentándola a un siglo que acostumbra formular y resolver este problema en clave estrictamente científica. El análisis realizado se circunscribe a un contexto de fuerte inspiración metafísico-teológica como fue el medioevo; particularmente a la segunda mitad del siglo XIII, tiempo en que la discusión alcanza un carácter central en el ambiente académico parisino, prolongándose hacia los inicios del siglo XIV. El estudio asume las vías posibles de abordar el problema del origen temporal del mundo a través de opciones metafísicas bien diferenciadas: Buenaventura de Bagnoreggio, Tomás de Aquino y Siger de Brabante, cerrando la consideración del tema, la elaboración de Guillermo de Ockham, puerta de acceso a la inteligibilidad moderna de la cuestión.