Dirigiendo emociones

Se habla mucho sobre la necesidad de desarrollar competencias emocionales en educación para aprender a funcionar adecuadamente en la vida, pero ¿realmente las escuelas están implicadas en esta tarea? ¿se están aplicando programas para potenciar la inteligencia emocional?. Este libro ha surgido con el propósito de dar respuesta a esas preguntas. Subraya la importancia del aprendizaje emocional como elemento fundamental de la educación integral, especialmente desde edades tempranas. Quiere servir como guía práctica para centros escolares interesados en la práctica de la educación emocional. Igualmente plantea que no todos los programas son fiables y válidos si no son objeto de estudio científico, como es el programa presentado. La experiencia adquirida como profesora de escuela infantil y la continua relación con familias, la mayoría con carencias a la hora de educar, así como la preocupación por las conductas desadaptativas ha hecho realidad la elaboración del programa. Desde las escuelas, como lugar privilegiado, se puede realizar una importante labor preventiva a fin de evitar posteriores conflictos en las aulas, mediante la colaboración de docentes y familias.